Cuando empiezo a pintar tengo mil cosas que se me ocurren pero nunca me conformo con la manera en como las pongo sobre el lienzo.
Cuando me decido a empezar, hago siempre una línea, y casi siempre es curva o directamente voy por los círculos o espirales.
Cuando escribo espontáneamente, me expreso muy para mis adentros, hablo conmigo misma, y también escribo lo primero que se me viene a la mente. Siempre me parecio curioso el poder escribir, pero sigo pensando que no sé como hacerlo.
Cuando toco la guitarra o algún instrumento de los que tengo, armónica, flauta dulce, una clarina de juguete pero cope, y el teclado (a veces), me siento rara y a la vez muy a gusto. La música, la que uno hace, es muy perfecta.
Cerrar los ojos, o tenerlos abiertos y sintiendo los efectos.
Por mas que uno no sepa como se hace la forma técnica, para mi es mucho mejor jamás llegar a dominarla. Pero cuesta un poco porque todo sale solo. Por ahora logro evitarlo no memorizándome los nombres.
Cuando pinto, siempre hago ojos.
Cuando hago música, la siento.
Cuando escribo tanto de mi, por ejemplo todo esto. Me siento bipolar. Y diciendo eso, una gila.